Summeria en el especial verano de la revista Metros2 – Informe Project Management

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Desde Summeria tienen claro la importancia de cambiar el modelo de producción, incorporando metodologías colaborativas, donde la disciplina de project management se hace imprescindible.

En Summeria Arquitectura & Ingeniería ayudan a promotores e inversores inmobiliarios a mejorar sus resultados, acompañándoles durante todo el ciclo de vida de su proyecto. “En un sector cada vez más exigente en todos los sentidos, la participación de empresas de project management es clave. Es muy difícil obtener los resultados esperados sin tener una visión global de todo el proceso, conocer la estrategia de tu cliente y las necesidades de los usuarios finales. Es habitual encontrarse proyectos en los que el precio de contratación y el plazo son muy ajustados, diseños que, debido a plazos en los que se han desarrollado, no están completos y que obliga en muchos casos a trabajar utilizando técnicas como fast track, con actividades que se solapan en lugar de desarrollarse de manera secuencial, incluso modificaciones del concepto original del proyecto para adaptarlo a las nuevas necesidades, como puede ser built to rent”, explica Carlos García Nalda, director general de Summeria.

En este contexto, desde la compañía tienen claro que cada vez se hace más imprescindible cambiar el modelo de producción incorporando metodologías colaborativas, “en las que es necesario que el agente que las implemente, ya sea interno o externo a la organización, tenga una visión global y conocimientos de la disciplina de project management”.

Inmersos en proyectos complejos

En la actualidad, Summeria se encuentra inmerso en numerosos proyectos, de gran envergadura y complejidad, tal y como indican.

La actividad en el sector no se ha parado, seguimos contratando nuevos proyectos, sobre todo aquellos en los que los edificios son necesarios para el desarrollo del negocio de fondos de inversión, SOCIMIs u otras empresas dedicadas a alquiler de viviendas, residencias de estudiantes, terciario y hospitality, entre otros”, sostiene el director general.

Uno de los proyectos en los que ha estado participando recientemente la firma y que ya ha sido acabado es el de Torre Australis, cuyo promotor es el Grupo Ibosa. Se trata de un trabajo del que en Summeria se sienten “especialmente orgullosos”. En definitiva, ha sido un proyecto en el que la compañía ha actuado como una extensión de la propiedad, coordinando a todos los intervinientes durante la ejecución de la obra, “motivándolos a trabajar siempre a favor del proyecto”. Cristina Lorenzo, project manager en Torre Australis, añade que han tenido “muchas sesiones técnicas, tanto entre los equipos de obra y proyecto como con cada industrial especializado de los sistemas más complejos o críticos de la obra, para contrarrestar cada contingencia de la obra con soluciones técnicas.

Siempre hemos estado por delante de la ejecución con la suficiente agilidad para que cada detalle de obra se hubiese analizado, consensuado y firmado por todos los intervinientes antes de ejecutar sin perjuicio de planning previsto de obra”. Sostenibilidad en los proyectos

Otra de las exigencias de los proyectos de Summeria es la sostenibilidad.

En el caso de este proyecto residencial de Grupo Ibosa, se ha ejecutado con los estándares de BREEAM, lo que ha implicado un mayor control de recepción de materiales a pie de obra, así como un seguimiento estricto del plan de gestión de residuos. Tanto el Plan de Gestión de Residuos como el Plan de Seguridad y Salud y el Plan de Control de Calidad de la obra son analizados por el equipo de la firma desde el inicio de la obra, y seguidos durante la ejecución de la misma. Siguiendo con esta línea de trabajo, en Torre Australis se ha conseguido un reciclaje de residuos del 98%. “Podemos concluir que, tanto la sociedad, nuestros clientes y los usuarios finales de los edificios son más exigentes. Eso requiere la participación de agentes con gran experiencia y conocimiento, con unos objetivos claros y una visión sistémica y previsional. Las personas son la clave. La tecnología ayuda, pero no es suficiente”, opina Carlos García Nalda.